martes, 18 de agosto de 2009
Arequipa (segunda parte)
Suena ya el despertador de mi celular, en realidad no he dormido mucho, son las 3, una lavada rápida de cara, a cambiarse rápido, hace frío, el taxi me lleva por la Marina, por Faucett, como ya hice el chequeo por internet, dejo una caja para la bodega y me voy a tomar un café con un bocadillo, ya en la sala de embarque leo algo y por el parlante nos avisan que nuestro vuelo para Arequipa ya sale, así que nos encontramos en el avión, me acomodo y a dormir, una suave voz nos anuncia que ya estaremos aterrizando otra vez en la Ciudad Blanca.
En el mismo hotel, está cómodo, en precio y la atención es buena, se incluye un desayuno básico, veo algo de noticias, un buen baño, ya se ve que el sol saldrá pronto, a tomar desayuno, esta vez el trabajo será fuerte, ya que será todo el día.
Luego de trabajar, esta vez ya no hubo mucho tiempo para comer algo rico, sólo el menú en el evento, que estuvo aceptable, me doy una vuelta por el centro de la ciudad, hago la visita obligada a la Ibérica (que acaba de cumplir 100 años), allí compro tofees de chocolate, un chocolate blanco, y otras cosa para llevar a Lima, y me ofrecen un pisco, lo pruebo, está bueno, así que lo compro. Como quien se va para el hotel me tomo un café con un algo dulce, y a dormir, ya que estoy muy cansado, ya que no dormí bien y mañana habrá una jornada de trabajo un poco relajada.
Es medio día, ya estoy libre, es sábado, así que me doy mi última vuelta, averiguo la forma de ir al Valle del Colca, y me doy con la sorpresa que el tour desde Arequipa cuesta como ochenta soles ((S/. 80.00 o US. $ 25.00 por persona) que incluye el traslado, guía y una noche de hotel, ya lo demás lo pone uno, pero es algo como el doble, ya que son dos días; buen dato ya programaré ese viaje. Me voy otra vez al centro comercial, ya que está camino al aeropuerto, aprovecho en comer algo, descansar un poco, entrar a algunas tiendas, y ya es hora de ir al aeropuerto. Me compro un queso arequipeño muy rico, y a volar a Lima. Espero que vuelva por Arequipa, una ciudad muy linda, en donde se come muy bien, el pasado sábado estuvo de aniversario.
lunes, 17 de agosto de 2009
Arequipa (primera parte)
Estoy escuchando una canción de Fito Paez, se llama cadáver exquisito, el bus está a punto de partir, esta vez me toca ir por tierra, hace unos años estuve por Arequipa cuando me iba para Lima desde Cusco, y la última fue cuando me iba para Moquegua, fue allí cuando puede estar al menos un día. Ahora me voy por motivos de trabajo, me acomodo para leer algo, luego a cenar, a dormir, rumbo a la ciudad blanca.
Las luces del día me despiertan, dormí bien, algo raro en mi cuando viajo por tierra, eso está bien, ya que tengo que trabajar por la tarde, estamos pasando por Camaná, un sitio a donde me gustaría ir, luego de un pequeño desayuno estamos entrando a Arequipa, como siempre el tráfico es fatal, el terminar está bien, agarro un taxi para el hotel, claro que nos demoramos, pero igual llegamos, un buen baño, y a buscar algo para almorzar, puede ser un solterito, un chupe de camarones, rocoto relleno, no sé, hay tanta comida buenaza por estos lares.
Luego de preguntar por un buen restaurant, me dan el dato de restaurant en Yanahuara, así que agarro mi taxi y me voy, la sorpresa que me tomé cuando me di cuenta que estaba en una clásico restaurant, algo ficho, pero estamos en Arequipa, y espero que valga la pena esta inversión en uno de los mejores placeres, el de la buena comida, luego de ver la carta me pido una limonada helada, nada de trago, por la tarde tengo que trabajar, de entrada me animo por le soltero, estaba buenazo, con el toque preciso de limón y aceite, las habas deliciosas, el queso también. Me decido por el chupe de camarones, me traen un plato vacío y una especie de babero grande, luego de unos minutos aparece algo extraordinario, es un platazo lleno de camarones, muy grandes, con unas papas, habas y un caldo delicioso, así que a ponerse el “babero”, realmente no sé como se llama, pero sirve para no mancharme el pecho, empiezo a comer los camarones, con algunas cucharadas de esta deliciosa sopa, para las papas está la crema de ocopa, hay un rico sol. Realmente valió la pena, muy rico.
Luego de trabajar me doy una vuelta por el centro de la ciudad, hago las respectivas compras en La Ibérica, me como una pizza acompañado de un chilcano de pisco, ya es hora de descansar, mañana hay que trabajar temprano.
Me doy una vuelta por el centro comercial de Arequipa, ahí como algo, veo algunas tiendas, se me ocurre caminar un poco, es temprano para la salida de mi bus, sin querer llego al centro de la ciudad, tomo algunas fotos en el camino, un lonchecito, al hotel y a recoger mis cosas al hotel, ya es hora de irse, ya es hora de volver para Lima…….
miércoles, 5 de agosto de 2009
LOS 80s
El pasado domingo 2 de agosto salió en el suplemento del diario La República (Lima, Perú) un interesante artículo sobre tribus urbanas, este artículo se llama “Historias del Lado Oscuro”. Dos cosas a resaltar; la primera es que te dan algunos datos para que tu puedas ir a escuchar, bailar y tomar un trago con música de los 80s (new wave, gótica, industrial), y el otro dato es sobre la categorización que hace sobre la subcultura que nacen con los géneros musicales de los ochentas, según esta categoría yo debo estar en la de wave, ya que me gustan mucho The Cure, Depeche Mode, y Siouxsie and the Banshees, y con algún matiz de gótico (Bauhaus) . Pero no se trata de comentar el interesante artículo, se trata de retroceder en el tiempo y volver a los ochentas, al año de 1985.
Hoy es viernes, hace mucho frío, es el mes de julio de 1985, estamos en un taxi, ya vamos por la segunda chata de ron, y estamos cerca de la avenida Wilson. Dejamos el taxi, el taxista no deja de mirarnos, parece que le llama mucha la atención nuestra forma de vestir, talvez el color negro no le gusta mucho, talvez nuestros cabellos medios parados, mi arete en la oreja izquierda, que se yo, que no joda. Compramos unos cigarros en la tienda de la esquina, y aprovechamos la luz de la tienda para acomodarnos el peinado con algo de gel y ponernos una línea negra en forma de sombra alrededor de nuestros ojos, son cerca de las 11 de la noche, ya es hora.
Ya estamos ingresando al No Helden, primary de The Cure ya está sonando, hay una pequeña barra, algunas mesas, y un espacio para el baile, ya se está llenando el local, la gentita sigue ingresando y van al bar a comprar unas chelas, luego de un rato ya se armó el ambiente. Blue Monday de New Order suena y ya la gente sale a bailar, acá se baila solo, mirando a la pared o cerca al parlante, es la mejor de de disfrutar una canción, luego llega una de las mejores canciones en español, es himno areo del Aviador Dro y sus Obreros Especializados, a bailar se ha dicho, esta canción se ha convertido en un himno del No Helden, también viene never say never de Romeo Void, a forest de The Cure, pride de U2, new life de Depeche Mode, OMD, Joy Division, Smiths, y más grupos que hacen música de lo algunos le llamábamos el rock de los ochentas con tantas y buenas bandas provenientes del Reino Unido.
Me da gusto que después de 24 años sigan existiendo algunos “huecos” en donde se pueda seguir escuchando y bailando esta música, y lo que me da más gusto es que la gentita de 18 a más años escuche esta música, música que ya tiene como 30 años de existencia. He podido ir al Bauhaus hace algunos años, al Yacana y al Nébula que abre sus puesta los días viernes y sábados, pero hay otros. Lo bueno es que doble nueve, la radio rock en Lima que este año está cumpliendo treinta años, siga pasando programas con esta música, que la llamada nueva generación escuche y baile las canciones con la que nos vacilamos y hasta ahora escuchamos nosotros, no hay nada que hacer, la buena música siempre perdura en el tiempo.
Mientras tanto esperaré hasta el 13 de octubre para ir a ver a Depeche Mode, termino esta nota escuchando still ill de The Smiths.!!!!
lunes, 3 de agosto de 2009
La Mafalda
Como sabemos, todos los que vivimos en el Perú, ya está en su etapa final la Feria Internacional del Libro de Lima que inició sus actividades el 23 de julio y que terminará el 5 de agosto. Se ha contado con la presencia de artistas y escritores y escritoras de Brasil, Alemania, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Italia, Israel, México, Puerto Rico, y Uruguay.
Entre los escritores argentinos que han llegado, está uno a quien muchas y muchos peruanos le tenemos mucho cariño, es el Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, el creador de Mafalda. Ya mucho se ha hablado y se sigue hablando de Malfalda, aquella muchachita que aparece en la década del 60, aquella muchachita preocupada por el mundo, pregonando por la paz y por los derechos humanos, fan de los Beatles, y que tiene como enemigo número uno y mortal a la sopa. Mafalda y su manchita, como no recordar y a la vez esbozar una sonrisa cuando pensamos en Manolito pensando en lo negocios y en las ganancias, Susanita toda una dama preocupada por ser en el futuro una buena esposa y parte de la alta sociedad, el relajado de Felipe siempre leyendo historietas y pensando en la aventuras que espera vivir, están Miguelito siempre soñando, Libertad la radical y Guille su hermanito, y su mamaá y su papá, el típico empleado público.
Empecé a leer a Mafalda en los ochentas, tenemos en común la preocupación por la humanidad, el gusto por los Beatles y la sopofobia, aunque hace unos años ya aprendí a tomar algunos caldos y sopas especiales, la veo cuadrando al mundo, escuchando las noticias, siempre recuerdo una imagen, hasta hice un dibujo, de cuando ella está columpiándose y cuando termina y pone los pies en la tierra dice “siempre la diversión se termina cuando uno pone los pies en la tierra”. La gran Mafalda siempre vigente y el gran Quino!
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