Para los Sabineros

Como lo saben algunos, Joaquín Sabina, ese gran canta autor español nacido en Ubeda y que vive actualmente en Madrid y con 32 años de carrera artística, se presentó el pasado 2 de junio por estos lares, o sea en Lima (Perú). Todas mis amistades saben que él es uno de mis artistas favoritos, y como lo comenté hace meses, empecé a disfrutar de música y letra por el año 1985.

Fue la primera vez que lo fui a ver, y espero que hayan otras más (aunque él ya anunció que se alejará de los escenarios, y a lo sumo hará pequeños recitales en teatros), ya se imaginan la emoción que sentí antes y durante el concierto, que por cierto me pareció alucinante y de una calidad extraordinaria. El concierto empezó un poco mas de la nueve y treinta, se apagaron las luces y se empezó a escuchar los acordes y las letras del “blues del alambique”, una canción realmente desgarradora, al finalizar la canción el escenario se abrió y apareció el maestro Sabina y el concierto empezó.

Con este concierto finalizó su gira por Latinoamérica Vinagre y Rosas, nombre de su ultima producción, que a mi parece muy bueno y se podría decir con mas poesía, parte de las letras se hicieron en Praga y con Benjamín Prado, incluso hay un libro escrito por este último en donde se detalla la manera y los tragos que se necesitaron para escribir estas canciones.

¿Y como me sentí en el concierto?: claro que muy bien. Fue una buena elección de temas, siempre será complicado poner en dos horas y media sus mejores canciones, tomando en cuenta que todas sus canciones tienen su encanto, a mi me gustan todas, claro que hay favoritas o engreídas. Cada canción que sonaba me recordaba algunas situaciones, ya que en algún momento me identifique con ellas y las sigo escuchando con cariño ya que viví situaciones parecidas que se narran en ellas, aquí algunas de ellas, necesitaría más espacio para poner todas:

• Calle Melancolía (vivo en el número siete calle melancolía, quiero mudarme hace años al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía, en la escalera me siento a silbar mi melodía… de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo, ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama, me enfado con las sombras que pueblan los pasillos, y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama);

• La de pirata cojo (pero si me dan a elegir, entre todas las vidas, yo escojo la del pirata cojo, con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, el viejo truhán capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera).

• Peor para el sol (hay caprichos de amor que una dama no debe tener).

• Amor se llama (el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño).

• Bodas de oro (y que no te cierren el bar de la esquina).

• Contigo (y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, por que el amor cuando no muera mata, por que amores que matan nunca mueren).

• Una canción para Magdalena (.. las malas compañías son las mejores,,, la mas señora de todas la putas, la más puta de todas las señoras)

Tiramisú de limón, ganas de, medias negras, aves de paso, por el boulevard de los sueños rotos, llueve sobre mojado, conductores suicidas, cristales de bohemia, quien me ha robado el mes de abril, embustera, 19 días y quinientas noches, viudita de Clicquot, princesa, vinagre y rosas, y pastillas para no dormir, Rosa De Lima, me hicieron pasar momentos que siempre se quedarán conmigo.

Cabe destacar la interpretación que hiciera la chica que lo acompaña con la voz, lamentablemente no me acuerdo su nombre, de la canción “como un dolor de muelas”, realmente formidable, y en la introducción de la canción “y sin embargo”. Y la que mas me gustó, la versión de “peces de ciudad”, que se inició con un guitarra acústica, y que en su segunda parte es acompañada por la batería y los teclados, ese sin dudas fue el mejor momento de la noche.

Ya son tres conciertos que he disfrutado en Lima de mis artistas favoritos, este es el cuarto, y siempre nos recuerda que tenemos motivos para vivir nuestra vida, esperemos que el maestro Sabina se tome su descanso, siga escribiendo, y ya nos sorprenderá con otro disco o talvez otro libro, mientras tanto seguiré escuchando sus discos.