lunes, 16 de marzo de 2009
Por el centro de Madrid
El taxista me dijo que tendría que dar la vuelta al óvalo para poder irnos al hotel, el tráfico estaba fatal, muchos autos y buses, eso sí, nada de cláxones jodiéndonos, así que mucha paciencia, el que no haya bulla ayuda mucho, me preguntó de donde era y venía, le comenté que era peruano y que iba a estar por dos días entre paseando y en una pequeña reunión de trabajo, me preguntó como estaba la vida por el Perú, jodida ya que el que no tiene dinero y se enferma se muere y que la educación pública es mala, allá ellos tienen acceso a la salud y educación, la salud es gratuita y de calidad y si no se cuenta con el dinero suficiente para la educación el Estado tiene programas de becas, él tenía que trabajar para la comida, ropa, servicios, otros, y de la educación y salud se encargaba el Estado.
Había transcurrido como treinta minutos y llegamos al hotel, entré a la recepción y me pregunté por una reserva a mi nombre, me miró y me dijo que no tenía ninguna reserva pero que de todas maneras iba a revisar, no había ninguna, yo había hecho el pago a través de mi tarjeta de crédito y parece que hubo un problema con el sistema y que no se realizó la operación, entonces le pregunté si había habitaciones y me dijo que no, y ahora que hago, en donde puedo encontrar un hotel u hospedaje, sacó un plano de Madrid y me señaló la zona del centro en donde los hoteles son más cómodos y seguros, y me sacó una guía de trenes y me indicó que debía caminar una cuadra y media y que me iba a encontrar con una entrada del metro que me llevaría a una parada y que de allí a una conexión para llegar a mi destino, lo bueno es que la señalización es buena y uno sabe por donde está yendo y siempre te anuncian el siguiente paradero y la guía de trenes es simple y con un gráfico que te señala el número de línea y la ruta que hace, es muy difícil perderse, una maravilla y a la vez que envidia le da a uno cuando piensa en el Perú en donde uno tiene que aguantar el caos del tráfico, a las combis, custer y al maltrato de los cobradores y choferes, esto es otra cosa.
Ya en el centro de Madrid me encuentro con una gran avenida, camino unas cuadras y me encuentro con la Av. Atocha, ahí empieza mi pequeño periplo en busca de un hotel u hospedaje, debo haber entrado a por lo menos a 12 hoteles, desde construcciones modernas, algunos de varios pisos, varios hospedajes, y nada, creo que me pasé una hora buscando hospedaje, no sabía que hacer y llegué a la Plaza Matute que es una calle pequeña que desemboca en una plaza chica pero muy bonita, allí había una cartel que decía Hospedaje Matute, era un edificio un poco viejo y toqué el intercomunicador, una voz me respondió que si tenía hospedaje, así que me abrió la puerta y me encontré con una gran entrada, en realidad era un edificio viejo, me hizo acordar a aquellos que se encuentran en el Jr. Carabaya en el centro de Lima en Perú. Subí a un ascensor viejo, el hospedaje se encontraba en segundo piso pero como estaba cansado y con bastante calor lo usé, toqué un timbre y ya estaba en una pequeña recepción en donde me dijeron que el hospedaje costaba 30 euros, a pagar, eran varios pasadizos con un promedio de 15 habitaciones, la mía tenía baño privado y un televisor que solo tenía señal abierta, el respectivo uso del baño y a salir a comer algo, era como el medio día, llegué a la avenida y me metí a un establecimiento de comida rápida a comer una clásica hamburguesa con papas fritas y gaseosa super helada y con mucho hielo. Luego caminé un poco, el calor ya estaba jodiendo algo, compré un disco en un puesto de periódicos y cuando ya estaba por irme al hotel vi una tienda que vendía maletas y que tenía algunas ofertas, me compré un canguro para poder poner mis cosas y mi cámara, a regresar al hotel con algunas dificultades ya que estuve dando algunas vueltas y preguntando me dijeron que mi hospedaje estaba justo a la vuelta, ya en el hotel me eché a ver algo en la tele y a descansar ya que estaba algo cansado por la madrugada y la caminada, que se va hacer, a veces las cosas no pasan como uno quiere pero estoy en una zona bonita, típica y con mucho movimiento, ya el viaje en taxi hacia el otro extremo de la ciudad por las puras y con el respectivo pago y la lateada buscando hospedaje forman parte de mis anécdotas de mi viaje.
Son casi las siete, como pasa por esa época, todavía la luz solar nos acompaña, a las ocho empieza a anochecer. Es hora de salir a aprovechar el tiempo y conocer un poco más de esta zona de Madrid, observo que hay muchas tiendas, cafés, bares, restaurantes, y encuentro una tienda de recuerdos, así que a comprar algunas cosas. La tienda está bien surtida, pero lo interesante es que el patita que atiende es peruano, de Pucallpa y que está hace varios años, me comentó que tenía una tienda en el centro comercial Arenales y que la cosa no andaba bien y se vino por acá con un contrato de trabajo y que ya gestionó que su hermano esté por acá, extraña el Perú y está aburrido, lo que me dejó pensando es que por más que le deben vacaciones no las quiere tomar por que no sabría que hacer, bien jodida la cosa. Salgo de la tienda con un polo o camiseta como se dice por allá, un vasito para aumentar mi colección, unos llaveros, y un cofre. Estoy sentado en una plaza, tomando un vaso de cerveza o una caña como se dice por acá con unas aceitunas que está buenazas, hay varios locales que se son parecidos a los puestos que venden salchipapas y tacos por acá en Lima, pero son más grandes y tienen varias mesas, hay mucho movimiento, mucha gente que sale de su trabajo viene y se sienta a tomarse una cañas y luego a sus casas, es hora de volver al hotel a dejar las cosas y ver que hacer.
Cuando caminaba pude ver que en algunos locales habían presentaciones de grupos que tocaban jazz, así que me di una vuelta y encontré el local, estaba cerca al hotel, me di otra vuelta para poder familiarizarme con la zona, no es bueno perderse por estos lares. Faltaba como quince minutos para que empiece el show, me senté en la barra que tenía una buena vista hacia el escenario, una primera cerveza siempre con las clásicas aceitunas en aceite de oliva, una pequeña banda que toca jazz con una voz argentina, buenos músicos, buena voz, buen piano, el clásico contrabajo, me gustó mucho el show, fue la primera vez que veía un show de jazz, me gustó mucho. Fueron dos cañas más, me gustó mucho el local, hora de irse, ya que a la mañana siguiente tenía una reunión de trabajo, llegué sin problemas a mi hospedaje, algo de noticias y a dormir.
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6 comentarios:
Hola Jorge:
Buena la historia y las fotos. Eso sí, aluciné desde el primer párrafo con eso de los cláxones...
Saludos,
JL
Mañana la historia se termina, hoya la escribiré, te adelanto que Madrid es muy bonita, ojalá se pueda volver, España es un país que vale la pena conocer.
Saludos Javier
alguna historia bizarra que quieras compartir de tus lateadas por madrid?, tiene sus similitudes con lima, lo que si choca es que todo el mundo fume en todas partes sin importarles los que esten al lado.
si pues los claxones no se deben usar nunca, en lima eso es desesperante y por aqui se usa raramente, pero ya escucha con mas frecuencia..
buena narrativa yorsh ! te encargo mis memorias
HOLA MI QUERIDO CANALLIN, EN REALIDAD ESTE VIAJE FUE TRANQUI, YA QUE LA IDEA ERA RELAJARSE, LO TRABJARÉ MAS Y SERA COMO UN CUENTO, HAY DETALLES QUE, POR NO ESCRIBIR MAS, ESTARAN EN EL CUENTO, TU SABES QUE NUESTRAS VIDAS SON LAS MEJORES NOVELAS Y SUPERAN A LA FICCION, APENAS ESTE LISTA TE LA MANDO PARA TUS COMENTARIOS
UN ABRAZO
si pues tienes razon, cuando veo mi vida hasta ahora es un cuento con pasajes de terror, harta comedia, drama, y mucho vacilon... tienes que corregir mi libro yorsh
CANALLIN, ESPERO EL "MANUSCRITO" Y UN JACK DANIELDS
Un abrazo
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