martes, 25 de noviembre de 2008
Mi Cusco Querido
Cuando sonó el teléfono y me preguntaron si podía ir a dictar un taller al Cusco ni siquiera lo pensé, les dije que con mucho gusto lo haría. Así que cuando el avión aterrizaba en Cusco, cuando salía de aeropuerto, cuando en el taxi me dirigía al hotel pensaba y recordaba las tantas veces que había estado por acá, tantos recuerdos y me sentí muy bien.
Me hospedé en un hotel ubicado en la plaza Nazarenas, a unas dos cuadras de la Plaza de Armas, un hotel muy acogedor, una casona que había sido acondicionada para hotel y que, como lo hice, se podía salir a la plaza y disfrutar del sol y del paisaje. Eran como las tres de la tarde y hacía hambre, así que me fui a comerme una hamburguesa en Bembos que se encuentra en la Plaza de Armas en una casona acondicionada, aproveché para pasear un poco y ver la piedra de los doce ángulos en donde un “Inca” te decía cuidado con tocar la pared, claro que muchos y muchas turistas pasaron por ahí con las respectivas fotos del caso.
Me regresé al hotel para descansar un poco y coordinar algunas cosas de trabajo, al día siguiente tenía que levantarme muy temprano, así que revisé mis presentaciones, vi un poco de televisión, escribí algo, y me dormí temprano; en realidad no mucho ya que tenía una gripe que aún no terminaba de aparecer se encargó de complicarme la noche.
Luego de un buen baño y sobretodo un rico desayuno con su juguito, su queso serrano y su pan serrano y su café, me recogieron y nos fuimos para Urcos, la capital de Quispicanhis, hace mucho tiempo que no disfrutaba de este paisaje, ver verde, sentir este aire serrano, luego de unos cincuenta minutos nos encontramos con una laguna que anunció que estábamos entrando a Urcos, un distrito del típico Cusco. Luego de trabajar nos regresamos a Cusco, eran como las cinco de la tarde, una hora precisa para tomarse un lonchecito en el clásico Café Ayllu, así que nos tomamos el lonche acompañado de una buena conversación y compañía.
Eran como las ocho y había algo de hambre, así que a seguir con nuestra pequeña aventura por los huecos clásicos del Cusco, tengo la costumbre de ir a los mismos sitios cuando estoy en alguna ciudad que la he visitado varias veces, tocaba ir al Marengo a comer una pizza, me gustó mucho, pasear por la noche en Cusco es alucinante, por estas épocas no se aprecia a muchos turistas, muchos negocios, pero el centro se mantiene igual, esta bien cuidado. Hay que regresar pronto para pasear unos días más y pasear por toda la ciudad y volver a Calca, por que no a Machu Picchu, Así es Cusco, siempre sobrarán las razones para viajar por allá. No recuerdo cuantas veces he estado por acá, pero han sido como diez años en los cuales tuve la oportunidad de estar por allí una vez al mes o a veces más, Cusco es una ciudad en la que he pasado muchos momentos gratos, Paruro, Paucartambo, Calca, Urubamba, siempre gratos recuerdos.
Saludos a Cusco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Cusco es alucinante, es una de las ciudades que uno no debe dejar de ir
ES INCREIBLE LO QUE LOS CURAS DE LA ARQUIDIOSES DE CUZCO LE QUIEREN HACER ALOS LOCALES DE TRADICION EN CUZCO
QUIEREN VENDER LOS PORTALES AL MEJOR POSTORY SACAR ALOS LOCALES DE TRADICION
CUZCO ES OTRO CUENTO, DIFERENTE AL RESTO DEL PAIS
AHORA ME IMAGINO QUE DEBEN HABER MAS GENTE LOCA
SI ANTES ESTABA LLENO
AHORA COMO ESTARA
CIUDAD CON CULTURA COSMOPOLITA
Y PARA LATEAR
QUE SUERTE TUYA DE PODER LATEAR O SUBIRTE A UN AVION UNA HORA Y LISTO
A VER SI NOS DAMOS UNA VUELTA POR AHI UN DIA DE ESTOS
Estaban haciendo un memorial para madarlo a España y han declarado persona no grata al cura quien quiere botar al cafe Ayllu. De todas maneras tenemos que ir por allá, es otra cosa, nos vamos por el valle sagrado o por otros lados, nos pertecheamos bien y nos vamos a latear, conocer, escribir y relajarnos como debe ser
Saludos Fisgon
Publicar un comentario