Nos enseñaron a tener paciencia,
Nos enseñaron a no andar descalzos,
Nos enseñaron a morir de viejos,
Nos enseñaron a vivir a plazos.
Nos enseñaron a guardar silencio,
Nos enseñaron a temer la noche,
Nos enseñaron que el placer es malo,
Nos enseñaron a crecer a golpes.
Nos prohibieron las cosas más hermosas,
Ir al campo a robar brevas,
Bañarnos en el verano,
Con las mozas en la alberca.
Y crecimos enfermizos,
Faltos de aire y de besos,
Llena la piel de preguntas
Que contestaba el silencio.
Pero apareció la vida
Cuando moríamos de sed,
Era una fuente su cuerpo
Que invitaba a los sedientes
A beber.
Probamos la dulzura de la carne,
Supimos que aún estábamos a tiempo,
Nos hartamos de besos, de manzanas,
Declaramos la guerra al sufrimiento.
Nos quitamos la vieja piel a tiras,
Renegamos de todo lo sabido,
Prometimos pecar a manos llenas,
Nos hicimos más tiernos y más niños.
Ahora cada día tiene su fruto,
Cada noche su secreto
Y el tiempo es una mentira
Que han inventado los viejos.
Al arrancarnos las vendas
Que nos negaban el cuerpo
Descubrimos el presente,
Que es lo único que tenemos
Y cantaremos la vida
Y no abriremos la puerta
A la muerte mientras dentro
Del cuerpo quede una gota
De deseo.
(J. Sabina, con buena letra, temas de hoy, Argentina, 2003)
1 comentario:
Hay que disfrutar de la vida, después no se sabe
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